Capacitación en Fraude Alimentario
(Food Fraud)
Identifique, Evalúe y Mitigue los Riesgos de Adulteración Intencionada. El fraude alimentario consiste en la adulteración, sustitución, falsificación o engaño intencionado con fines económicos dentro de la cadena de suministro de alimentos. Va más allá de la inocuidad alimentaria: afecta la autenticidad, integridad y confianza del consumidor.
Tiempo de presentación:
Modalidad:
Presencial, virtual o híbrida Duración: 6 a 8 horas (ajustable a su necesidad).
Incluye:
• Certificado de participación.
• Material digital y formatos editables (matriz de vulnerabilidad).
• Acceso a ejemplos reales y guías prácticas.
• Asesoría opcional para desarrollar su plan interno.
Objetivos del curso:
1 – Entender qué es el fraude alimentario y cómo se diferencia de la defensa alimentaria.
2 – Reconocer los tipos de fraude más comunes en alimentos y materias primas.
3 – Aplicar herramientas cómo VACCP y la metodología SSAFE para evaluar vulnerabilidades.
4 – Desarrollar un plan de mitigación de fraude alineado con FSSC 22000 v6, ISO 22000, BRCGS y SQF.
5 – Prepararse para auditorías y cumplir requisitos normativos.
Contenido del curso:
1 – ¿Qué es el fraude alimentario?
2 – Normativas y requisitos aplicables (FSSC, BRCGS, SQF, IFS).
3 – Diferencias entre Food Fraud, Food Defense y Food Safety.
4 – Tipos y ejemplos reales de fraude.
5 – Herramientas de evaluación de vulnerabilidad (SSAFE, VACCP).
6 – Matriz de evaluación y análisis de riesgo.
7 – Estrategias de mitigación y monitoreo.
8 – Desarrollo del Plan de Fraude Alimentario.
9 – Taller práctico con casos reales.
¿A quiénes va dirigido este curso?
1 – Gerentes de Calidad e Inocuidad.
2 – Coordinadores de Sistemas de Gestión.
3 – Auditores internos.
4 – Encargados de compras, logística y control de proveedores.
5 – Personal de producción y supervisión.
6 – Empresas con certificación o en proceso de certificarse bajo esquemas GFSI.
Beneficios para su empresa:
1 – Fortalece la integridad del producto ante el mercado y los clientes.
2 – Cumplimiento con normas de certificación y regulaciones internacionales.
3 – Reducción de riesgos económicos y reputacionales.
4 – Personal capacitado para prevenir fraudes en toda la cadena.